En la primaría tuve una maestra muy estricta, pero eso no me desmotivó, al contrario, quería ser como ella, quería ser maestra. Los proyectos, actividades, su forma de enseñar, me gustaron mucho. Después en la secundaria tuve la oportunidad de tener clases de inglés los tres años, ayudaba a mis amigos y compañeros a entender los temas y apoyaba en los proyectos. En tercero decidí que quería ser docente de inglés, y mi maestra me dijo que lo lograría. En la preparatoria decidí preguntar mis maestras de inglés dónde habían estudiado ya que pronto interesaría a la universidad, y me dijeron que la facultad de lenguas sería una opción. Y ahora solo quiero ayudar a nuevos aprendices a lograr sus objetivos en el idioma.