Las emociones nos acompañan a lo largo de nuestra vida y están presentes en todos los momentos que vivenciamos. Hay autores que afirman que no hay emociones negativas simplemente son. Lo “negativo” lo adjudicamos a los momentos en los que dichas emociones están presentes y por supuesto, a la experiencia que tengamos de ellos.
Es por esto, que también tienen importancia al momento de aprender algo. Según Foncubierta (2014), las emociones disponen a la persona al momento de interactuar con su entorno llegando a estimular la curiosidad y contribuyen a centrar la atención. En otras palabras, las emociones pueden llegar a crear un ambiente que motive el aprendizaje de la persona.
Según Fernández-Corbacho (2014), el aprendizaje se compone de la reflexión (cognición) y de la experimentación (emociones) ya que así se crea un proceso que transforma lo que la persona está aprendiendo. La intención es que el aprendizaje se convierta en algo significativo.
Cuando nos aventuramos a aprender una segunda lengua, las emociones serán parte fundamental de nuestro aprendizaje, ya que a través de ellas nos motivaremos y el contenido será personalizado. Es más fácil para una persona recordar cierto contenido si lo asocia a una experiencia ya sea un chiste, una risa, incluso un disgusto o enojo. El cerebro, motivado por las emociones experimentadas en ese momento almacenará y le será más fácil a la memoria rastrear la información.
Este trabajo no sólo depende del profesor (quien sería el encargado de llevar y motivar al alumno) es también trabajo del alumno conocerse, saber identificar sus emociones y jugarlas a su favor para optimizar su proceso de aprendizaje.
Así que la próxima vez que tengas tu lección de inglés ( o de cualquier otra lengua) presta atención a lo que estás sintiendo y verás que te será más fácil recordar el contenido de la lección. También es válido proponerle a tu profesor crear más espacios de experimentación con énfasis en las emociones.
By:
Luis Enrique Guzmán Nolasco
Source:
Fernández-Corbacho, A. (2014). Aprender una segunda lengua desde un enfoque
comunicativo experiencial. Programa de Desarrollo Profesional: El enfoque comunicativo experiencial: claves para un aprendizaje duradero.
Foncubierta, J. M., & Rodríguez, C. (2014). Didáctica de la gamificación en la clase de
español. Madrid: Edinumen.
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